Quien me habita

¡ ¡Qué extraño es verme aquí sentado,

y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar,

y oír como una lejana catarata que la vida se derrumba,

y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar!

¡Qué extraño es verme aquí sentado!

¡Qué extraño verme como una planta que respira,

y sentir en el pecho un pájaro encerrado,

y un denso empuje que se abre paso difícilmente por mis venas!

¡Qué extraño es verme aquí sentado,

y agarrarme una mano con la otra,

y tocarme, y sonreír, y decir en voz alta

mi propio nombre tan falto de sentido!

¡Oh, qué extraño, qué horriblemente extraño!

La sorpresa hace mudo mi espanto.

Hay un desconocido que me habita

y habla como si no fuera yo mismo.

He who inhabits me

How odd, to behold myself, sitting here,

And close my eyes, and open them, and glance,

And hear how life crumbles, like a distant, rushing waterfall,

And close my eyes, and open them, and glance!

How very odd, to behold myself sitting here!

To see myself as though a plant that breathes,

And feel inside my chest a caged bird,

And a forceful thrust, pushing thickly through my veins!

How odd to see myself sitting here,

One hand clasping the other,

And touch myself, and smile, and say aloud

My own name, so devoid of meaning!

How odd, how irreparably odd!

The sheer shock silences my horror.

There is a stranger inside me

Who speaks as if I were somebody else.